El 17 de Noviembre de 2020, tras mucho esfuerzo de lucha para desmentir esta falsa pandemia, se consigue realizar la primera autopsia a un paciente diagnosticado de Covid-19 en un hospital de Buenos Aires. Los resultados desmienten el diagnóstico previo: no se encuentra ningún virus SARS-COV-2, el paciente tenía hepatitis y murió por un tratamiento médico inadecuado.

Un caso más de iatrogenia disimulada bajo la falsa apariencia de una pandemia inexistente, con un paciente sentenciado desde el momento en que un test inespecífico le salió positivo. ¿Cuantos más se habrán dado, ocultos bajo la ausencia de autopsias?

Por supuesto, la muerte -homicidio imprudente, cuando menos, del que hay médicos que deberían rendir cuentas- se contabilizó como Covid.

Lo explica la Dra. Liliana Aristeo en la siguiente entrevista de radio.

Fonte: Astillas de realidad